viernes, 23 de abril de 2010

LA MANZANA SIDRERA




Desde las primeras pomaradas la manzana siempre tuvo en Asturias excelentes valedores, la mayoría gentes de iglesia, empezando por las bendiciones de los monjes Benitos y a la cabeza de ellos el abad Fromistano, el de San Vicente del Oviedo fundacional. Hablamos del siglo VIII.
Bendiciones de las monjas de San Bartolomé de Nava, que tenían expléndidos manzanares por Colunga y Villaviciosa, logrados mediante donaciones y contratos de "manpostura".
Bendiciones de ilustres clérigos y reconocidos vates, como Bruno Fernández Cepeda y Ángel García Peláez, "Ángel de la Moría". Del historiador y jesuita Luis Alfonso de Carballo. Bendiciones y explicaciones del benemérito párroco de Amandi (Villaviciosa) que durante 33 años- desde 1.769 a 1.802 - dio a conocer todos sus conocimientos y experiencias sobre el cultivo de la manzana y la elaboración de la sidra: pertenecieron ellos a la iglesia asturiana.
Sin una buena manzana no hay una buena sidra, y para que la sidra natural asturiana sea la mejor tiene que estar hecha de manzana de Asturias. De modo que cuando los años pares
-de mala añada- la cosecha queda reducida a exiguas cantidades y hay que importarla, la sidra resultante ya no es "naturalmente" asturiana. Aquí empieza la polémica con la denominación de origen. Lo ideal sería que Asturias diese la manzana necesaria, y esto tal vez ocurra cuando a
oriente y a occidente de la región tengamos vigorosas pomaradas.
LA MANZANA Y EL QUESO DE CABRALES
Tiene la manzana un compañero inmejorable en el queso de Cabrales. Este queso - al igual que el Gamoneo - según la inmemorial tradición recogida de los Picos de Europa, debe hacerse con tres tipos de leche: de cabra, de vaca y de oveja. De la misma manera que la sidra natural debe de hacerse con tres tipos de manzana: dulce,ácida y amarga.
Otra vez la muleta de la premiología: MANZANA Y QUESU SABEN A BESU.
Elviro Martínez
Modesto González Cobas

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