miércoles, 28 de julio de 2010

LA VÍA DE LA PLATA - MORCÍN


Ya desde la antigüedad más remota existía una ruta que, utilizando un corredor natural que articulaba el occidente de la Península Ibérica, permitía comerciar al pueblo tartesio con el norte de la meseta en el siglo VII a. de C. Fue esta ruta la que utilizaron las tropas romanas para avanzar hacia el norte.
En época del emperador Augusto y sobre todo durante los reinados de los emperadores Trajano y Adriano, ya se configura como una calzada romana que en sus inicios unía Emerita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga), y que continuaba por la “XXIII, Iter ab Hostio Emeritam Uxue Fluminis Anae” hasta Sevilla por el sur, y hasta Gijón por el norte a través de La Vía Carisa, calzada romana impulsada por el general Publio Carisio, cuyo objeto era unir los asentamientos militares de tierras leonesas con el mar Cantábrico. La primitiva calzada, y sus prolongaciones naturales crearon una gran ruta de comunicación que unía la cornisa cantábrica con las tierras del Sur de Hispania.
Por ella circularon mercancías, tropas, comerciantes y viajeros, en un continuo tránsito que favoreció la difusión de la cultura romana, su lengua y modos de vida, a la vez que facilitaba el control del territorio que necesitaba la administración del Imperio Romano.
Esta ruta se siguió usando a lo largo de los siglos, tanto por árabes como por cristianos durante la Edad Media, para continuar después desempeñando un importante papel en la red de comunicaciones de la Península Ibérica. La riqueza del pasado histórico de la Ruta de la Plata, cuyo nombre deriva del árabe balat, "camino empedrado", se pone de manifiesto en los innumerables vestigios que jalonan su recorrido, que ofrece uno de los conjuntos más interesantes de nuestro Patrimonio histórico.
MORCÍN
Prehistoria
Las primeras muestras de la presencia humana en el solar del actual concejo de Morcín se remontan al paleolítico inferior y medio. En la zona de Peñerudes y en el Pico Castiello se han encontrado materiales. En el abrigo de Entrefoces, situado al pie del desfiladero tallado por el río Riosa, en su orilla izquierda, a unos tres metros sobre el nivel actual del río, a la salida del pueblo de La Foz, se localizan restos de esta primera etapa histórica que culmina con la del paleolítico superior. Del material localizado destacan grabados lineales, un asta de ciervo decorado y una cabeza humana tallada en cuarcita.
Además de esta cueva han sido catalogados otros lugares prehistóricos, localizados por diversos grupos de espeleología pendientes de evaluar. De la época del neolítico y de los primeros metales corresponden la media docena de túmulos localizados y la presencia de minería prehistórica de cobre, atribuida al bronce inicial, en El Aramo.

Edad Media
El Monsacro, cuenta con una especial significación respecto a la época del reino asturiano donde la historia se mezcla con la leyenda del traslado desde Toledo, a principios del siglo VIII, de las emblemáticas reliquias que hoy se custodian en San Salvador de Oviedo. Tras larga y arriesgada expedición el Arca Santa fue llevada hasta las cuevas del Monsacro. Fue el Monsacro la primera Cámara Santa que tuvieron las reliquias después de su largo peregrinaje desde Tierra Santa, hasta que el rey Alfonso II el Casto las trasladó a Oviedo. Historia y leyenda que fueron puestas por escrito en tiempos del obispo de don Pelayo en el siglo XII.
A partir del siglo X se encontraron documentadas inscripciones, como la lápida de consagración de la iglesia de Santa Eulalia. En el siglo XI es donada la villa de Argame a la iglesia de Oviedo por Mumma Donna, viuda del conde de Gundemaro Pinioliz, que vuelve a ser donada en la segunda década del siglo XI, como sucederá también más adelante en el tiempo. Hasta mediados del siglo XII no se encuentra el topónimo “Morzín” que corresponde a la delimitación del arcedianato de Oviedo.
Morcín fue durante la edad media un señorío eclesiástico de Oviedo, incluido en la documentación de la época con el nombre de coto de Morcín. El concejo fue codiciado por señoríos y la ciudad de Oviedo, sufriendo por ello ataques violentos. El Torreón de Peñerudes es testigo de estas tensiones y luchas.


Edad Moderna
Será durante la desamortización llevada a cabo en tiempos de Felipe II, para aumentar la liquidez de las arcas reales, cuando se puso en venta la jurisdicción del coto de Morcín. La ciudad de Oviedo, con una política expansiva intentaría su compra y fueron los propios vecinos del entonces coto, los que en virtud del pago pertinente consiguieron constituir, mediante cédula del 12 de diciembre de 1579, un concejo independiente con capital en Pola de Castandiello y en el que aún no se incluía el coto laico de Peñerudes.
Con la disolución del régimen señorial en 1827 el coto de Peñerudes se incorporará definitivamente al concejo de Morcín, adquiriendo éste el desarrollo territorial que presenta en la actualidad.



3 comentarios:

  1. Nada, chica, que eres una mina. Pues con la vía Carisa tengo cuentas pendientes. Algún día espero hacerla. Y de Morcín que te voy a decir... Me lo conozco bastante bien, pero me queda todavía mucho que recorrer. Saludos.

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  2. Con este buen tiempo es muy posible conocer los rincones de nuestra tierruca, pero para eso hay que ser un buen caminante cosa que yo jamás conseguí ser…¡ Me quedé en ratón de biblioteca!.

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  3. Pues, mira, lo de caminar dicen que prolonga la vida...Yo a veces hago cálculos. Suponiendo que camino 4 Kms diarios, lo cual son unos 7000 pasos, y que por cada paso se me regala un segundo más de vida, habré ganado cada día como un par de horas...No es broma. Lo he comprobado en algunos grandes andarines, que ahora andan por los 90. También dicen que prolonga la vida el utilizar el cerebro... Saludos.

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