lunes, 18 de abril de 2011

LA MIEL Y EL TRUÉBANU


Es muy antigua en Asturias la costumbre de aprobechar la miel de las abejas, aunque las técnicas más tradicionales eran particularmente torpes y destructivas. la colmena tradicional era un simple tronco de árbol que ha sido ahuecado,generalmente con fuego. En el interior de las colmenas, hechas de tronco de roble o cerezo, suele haber puesto algún palo para facilitar que las abejas construyan su panal. Estos palos interiores pueden estar colocados en forma vertical (breones), pero también pueden colocarse horizontalmente (fustes). Para garantizar una producción lo más segura posible, esta colmena tradicional (caxellu, cubu, truébanu, trou, ernu) se coloca sobre una buena base (poyu,poyeta, tayu) y para defenderla de las inclemencias de la nieve o la lluvia se cubre con una gran corteza de árbol, especialmente de abedul, y una piedra o losa por encima. Es muy importante colocar esta colmena en un sitio propicio para que las abejas salgan con facilidad a la flor y para que reciban el sol.

Actualmente las antiguas colmenas se sustituyen por colmenas modernas, que hacen posible una apiqultura más racional, más productiva y menos traumática con los animales.
Antes de la generalización de los actuales extractores los procedimientos para sacar la miel eran muy rudimentarios. Cuando la colmena está cargada, en verano, hay que proceder a la extracción, que en algunas zonas de Asturias puede realizarse hasta dos veces en la misma colmena. Se acostumbra a "afumar"(echar humo) a los animales para que no ataquen y para ello se emplea un ahumador con trapos (mechón, fumeiru) y para protegerse de las abejas se ha utilizado desde tiempos antiguos una red que cubre la cabeza (carantoña). Otro recurso más traumático era introducir la colmena en el río para ahogar a las abejas y apoderarse así más comodamente de su producción.

La abeja (abeya, abecha, abea) es muy sensible a ciertas epidemias y enfermedades por eso se usan ahora las medicinas preventivas y desinfectantes, pero hay otros enemigos que molestan a las abejas, como la polilla, los ratones y los osos, particularmente aficionados a acercarse a las colmenas y a robar y a comer la miel.
Por ese motivo a veces el colmenar (caxella, cortixu) que está distante de la población, en el monte, es preciso protegerlo con una pared alta y circular, convirtiéndose así en un (cortín), construcción propia del occidente astur. El cortín permite que las abejas estén cerca de sitios abundantes en flor poco frecuentada y, al mismo tiempo, garantiza que ningún animal como el oso, gran amante de la miel, pueda hacer pillaje.

Suele ponerse el cortín junto a alguna fuente en el monte, para que las abejas puedan tener cerca el agua. El cortín se construye siguiendo la pendiente de la montaña, buscando así que entre la mayor cantidad de sol posible, pues se considera que cuanto más solano es el sitio mejor y mayor será la producción de miel y en mejores condiciones estarán las abejas. la pared del cortín es circular para evitar las esquinas, que facilitarían el acceso del oso y en tiempos pasados los campesinos colocaban trampas cerca de la construcción para evitar que se acercara el oso y, de paso conseguir cazarlo.

El cortín es propiedad de una familia campesina, que se encarga de cuidarlo, vigilarlo y extraer la miel, pero se construyen en montes de uso común, lo cual a sido la causa de muchos pleitos entre los campesinos.

La apicultura tuvo una implantación bastante significativa en Asturias, especialmente en la zona occidental, pues las abejas proporcionaban una miel de gran valor nutritivo y excelente sabor. En muchas zonas occidentales se consume miel diariamente y entre los informantes encontramos con frecuencia el gusto por la bebida a base de agua y miel. La miel, que se consume cruda, se utilizaba como comida de prestigio y también solía integrar la dieta propia de la mujer antes de parir.

Entre los campesinos asturianos la miel se usa también como medicina preventiva, fundamentalmente para prevenir los catarros y las infecciones, bien tomando una cucharada de miel por las mañanas, bien mezclándolo con orégano o con leche muy caliente, en este caso por la noche para acostarse. Se usa también como sustancia cicatrizante i desinfectante para heridas o quemaduras en la piel o para algunos males en los ojos.

Pero las abejas producen también un bien preciado : la cera. Gracias a las abejas que posee la casa campesina, podía confeccionar útiles necesarios para la vida diaria como la vela. Las velas proporcionaban forma de iluminación muy apreciada en las casas campesinas antes de la existencia de la luz artificial. Por otro lado, hay que tener presente que la cera tiene una dimensión importante como elemento mágico en Asturias, siendo considerada una sustancia que defiende del mal en general y especialmente de alginos agentes negativos concretos como la tormenta o el (agüeyamientu).
"La cera se utilizó en la sociedad tradicional como valor de cambio; con ella se pagaban rentas, foros y censos, así como las cuotas de ingreso a determinadas cofradías y las multas que amenudo imponía la Iglesia a los feligreses por faltas contra la religión".
En la actualidad en algunas caserías se observa que se ha perdido el cultivo de las abejas, pero también, y adaptándose a las necesidades y características del mercado, se encuentran casos abundantes de iniciativas para una explotación intensiva de la apicultura. Así, dado que en Asturias está muy bien dotada para la producción de miel, hay un creciente número de familias campesinas que envasan y distribuyen, miel asturiana de distintos tipos que se consume de una manera creciente, especialmente por el interés que despierta la alimentación sana de productos naturales.

(Antropología Social y Cultural de Asturias).

2 comentarios:

  1. Muy interesante e instructivo. Gracias.

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  2. Que poquito se de nuestras cosas,tanto culturales,como en este caso las antiguas colmenas de abejas y el uso de todos sus productos que fabrican o generan.
    Saludos Marisa

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