viernes, 9 de septiembre de 2011

EL TRANVÍA DE GIJÓN-LA LÍNEA DE SOMIÓ


Esta línea estuvo marcada, desde sus orígenes, por una acusada estacionalidad, de suerte que los meses de julio, agosto y setiembre eran siempre los de más tráfico. Estacionalidad disimétrica en relación al resto de los meses del año, porque en tanto que desde la primavera al verano el aumento de movimiento se iba haciendo gradual, la llegada del equinoccio de otoño traía consigo una mengua radical del movimiento. El acortamiento sensible del número de horas de luz, y lo desapacible del tiempo, disuadían de la utilización de la línea, salvo a los residentes en Somió. En 1.930, el año de más tráfico, la diferencia entre el mes de menos movimiento, diciembre, y el de más agosto, fue de casi 200.000 billetes. Por otra parte, entre setiembre y octubre hubo una diferencia de 55.000 billetes a favor del primero, en tanto que esa diferencia fue de sólo 18.000 entre junio y julio.

La estacionalidad de la línea había sido provocada desde sus orígenes, y desde luego se siguió reforzando tiempo después. Se ha indicado ya que la primera parte de esta línea se ejecutó en 1.890 en relación con la promoción de un espacio de ocio, formado por los Campos Elíseos y la plaza de toros, en un momento que el tranvía era todavía un lujo para porcentajes masivos de la población.
Prolongada la línea hasta Villamanín, se siguió propiciando la existencia de lugares de parada que justificasen la realización del viaje para sectores numerosos de población que desde luego no tenían en Somió su residencia; o se potenció los ya existentes, como había ocurrido en 1.899 con la celebración de la Exposición Regional en los Campos Elíseos, o como ocurriría entre 1.924 y 1.930 con la ejecución de las Ferias Regionales de Muestras en el mismo recinto. Con todo, a la Compañía de Tranvías le interesaba más desplazar al usuario hasta el final de la línea, con el objeto de percibir la tarifa más alta.
Razón por la que, llegado el estío, anunciaba a bombo y platillo en las plataformas de sus coches la celebración de las benéficas giras de Paz y Caridad en los jardines de la quinta de Peláez, posesión de 2,49 has. situada muy cerca del final del trayecto, flanqueada por el camino de Villamanín a la iglesia parroquial de Somió y por la carretera del Piles al Infanzón,entonces camino vecinal.
Esta quinta había sido comprada en 1.867 al marqués de la Ribera del Tajuña por un indiano originario de Cangas de Onís, Ramón Pelaéz Parres, cuya familia, desde la primera década de siglo y dos veces al año abría graciosamente las puertas de su posesión en pro de los dolientes y para público solaz, siguiendo acaso los benéficos usos y costumbres de la aristocracia británica.

lo cierto es que la institucionalización de estas giras, que reunían a lo más y menos granado del veraneo local, acabó desembocando en 1.926 en el arrendamiento de gran parte de la finca para dedicarla a merendero, siendo bautizado con el nombre de Somió Park. Se abría el establecimiento el domingo de Resurrección y se clausuraba en la fiesta del Rosario, que en Somió se celebraba el segundo domingo de octubre; de suerte que entre el equinoccio de primavera y el de otoño, por el precio de una peseta los caballeros y gratís las señoras y los niños, el pueblo de Gijón podía disfrutar de un hermoso parque inglés que, faltando en la ciudad, estaba emplazado sin embargo al final de la línea del tranvía.

En Somió Park se siguieron celebrando hasta la guerra civil las giras de Paz y Caridad, amén de otras celebraciones y festejos, como la verbena del Carmen, que eran reclamo de numerosa y variopinta clientela.
Esta finca, parcelada no hace mucho, marcaba así la vida cotidiana de la población durante el verano, y se convirtió en el motor del tráfico mayoritario de la línea de Somió. Pués el restante, como se ha indicado, era un movimiento de residentes, que fue creciendo con cuentagotas a medida que aumentaba el número de quintas y chalets construidos en las inmediaciones de la línea del tranvía.

Fuente visitada.
LOS TRANVÍAS DE GIJÓN- (Ramón María Alvargonzález)

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