lunes, 26 de octubre de 2015

LA MITOLOGÍA ASTURIANA


Las personas poseemos una parte espiritual en nuestro entendimiento y a lo largo de la historia hemos dado explicación a hechos que se escapan a nuestros procesos racionales, a través de caminos diversos, uno de ellos es el campo mitológico.
Así pues podemos explicarnos la desaparición de nuestras llaves cuando tenemos que salir de casa con prisa, porque el Trasgu o el Sumiciu nos está fastidiando, o una gran mojadura en la playa a causa de una tormenta de verano porque el Nuberu nos quiere arruinar el día.


También se utilizan los seres mitológicos para asustar a los niños. Este sería el caso del Papón, el dios del sueño, que aparece en las letras de las añadas para conseguir que los niños pequeños se duerman . Al Home del Sacu, se acude para que los niños no se alejen de la custodia de sus familiares.


Así pues hemos encontrado la historia de un pastor que habla con una xana en la composición de Sergio Domingo titulada “Ecos de la quintana”, y a partir de ahí, composiciones más recientes como las de Víctor Manuel ( El Cuélebre, La Xana), En Nacho Fonseca (Colaron les Xanes, ¿Onde metí la llave?), Xuacu Amieva (El trasgu), en Corquieu (Xana), etc., con una profusión que podríamos decir que los compositores de la segunda mitad del siglo XX, alejados ya de la superstición de siglos anteriores y colocando a los seres mitológicos en un lugar importante dentro de las letras de las canciones, necesitan la presencia de los mismos en sus temas, para darlos a conocer a las nuevas generaciones con una connotación muy diferente a la que poseían nuestros antepasados.


 Por otra parte son muy numerosos los lugares en que habitan o han sido vistas las xanas, así como los sitios en que la imaginación popular sitúa tesoros escondidos pertenecientes a ellas. Las xanas son unas ninfas benéficas de agua dulce que tienen el mismo lenguaje que utilizan los humanos. De pequeña estatura, de extraordinaria belleza física y larga melena rubia, habitan en las fuentes, en las cuevas y en las riberas de los ríos.



Algunas xanas están encantadas y poseen grandes tesoros. Delante de sus moradas extienden en ocasiones ruecas y ovillos de oro o plata, puesto que una de sus actividades principales es hilar, y de los mismos preciosos metales son los peines, tijeras, pollos y gallinas, bolos y bolas con que juegan en la mañana mágica de S. Juan. Estas hadas sólo son visibles al amanecer y no siempre resultan huidizas, ya que a veces mantienen relaciones amistosas con los pastores y campesinos, a quienes regalan objetos de oro o plata en agradecimiento a algún favor prestado.


fuentes visitadas
www.unioviedo.es/
 html.rincondelvago

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